Excelencia Logística, Innovación y Sostenibilidad
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12 de noviembre de 2013
1 de septiembre de 2013
6 de abril de 2013
25 de febrero de 2013
Logística para la competitividad industrial
“La logística es fundamental para la competitividad en la internacionalización”
Por: Rogelio Gutiérrez P. – M.B.A. cDBA
Consultor internacional en SCM
Profesor del CESA
Asociado Fundador, Fundacion eLOGIS
rgutierrez@cesa.edu.co
En vigencia los Tratados de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, a meses de la firma del TLC con la Unión Europea y en la mira de consolidar los de Corea y Japón para los próximos años, vale la pena insistir en esta reflexión:
¿Realmente estamos creciendo nuestra oferta exportadora, o simplemente estamos ampliando las demandas potenciales?
Porque debemos trascender del tema de la igualación de ventajas comparativas con otros países, para anteponer una justificación a los problemas de competitividad de nuestro país; de lo contrario nos precipitaremos a una confrontación de realidades que puede dejar maltrecha nuestra estructura socioeconómica, al tratar de igualar variables con países, no solo con sus mercados “híper-ofertados”, sino con proveedores dotados de altísimos grados de competitividad frente a los nuestros.
En un mundo que velozmente se desregulariza en materia arancelaria, desde luego que siempre será mejor no cargar al comprador los sobrecostos impositivos resultantes de la internación del producto a un mercado, pero son otros accionadores los que tienen un mayor peso relativo en la decisión de compra, no solo del consumidor o usuario final, sino de las redes de suministro que hacen llegar a ellos sus productos y servicios. Para ser competitivas, el desarrollo de estrategias de bajo costo por ejemplo, necesita ir acompañado de otras dos “prioridades competitivas” básicas como lo son la calidad consistente y la entrega oportuna. Ni hablar de las estrategias de diferenciación y focalización, en donde las variables del servicio (flexibilidad y tiempo, además de la innovación), son determinantes.
Es ahí donde el tema del desarrollo industrial y de las capacidades logísticas resulta ineludible para la reflexión propuesta, porque conduce a la necesidad de revisar las acciones y estrategias con las que en nuestro país se ha asumido el reto de los tratados comerciales internacionales. Hemos venido insistiendo hace buen tiempo, que frente al problema de la mediterraneidad de nuestros polos industriales y comerciales, agravado por la deficiente infraestructura vial y las pésimas prácticas colaboracionistas entre los generadores de carga y los transportadores (al punto que el flete interno supera al transoceánico), deteriorando la competitividad internacional de nuestra oferta exportable en materia de costos, tiempos y preservación de la mercancía nacional, es necesario el rediseño de las políticas y estrategias para la configuración e integración de las redes de suministro de las empresas nacionales.
Para no caer en eufemismos, digamos claramente que no existió una política industrial en la nación para afrontar los desafíos e impactos de la internacionalización propuesta. Eso se refleja no solo en el bajo peso relativo de crecimiento de las exportaciones de bienes (frente a los commodities), sino en las precarias condiciones de la infraestructura nacional para la movilización de carga urbana e intermodal y en el incipiente desarrollo asociativo de las Mipymes manufactureras.
Claro, no podemos descargar exclusivamente en el estado, el bajo desempeño y potencialidad de los factores productivos para la competitividad de nuestra oferta exportable. El problema es que mientras en las empresas sigamos ejecutando micro logística (orientada a los factores operativos focalizados en el bajo costo) y no influyendo las variables de valor a partir de la gestión integral de cadenas de abastecimiento, vamos a terminar accediendo a los mercados menos rentables de los países con los que se firman los tratados comerciales, y por el contrario, abriendo grandes boquetes para que sus empresas penetren nuestros mercados a expensas del debilitamiento de las nuestras. En ese orden de ideas, la academia también ha contribuido al atraso competitivo de nuestro país; basta con observar algunos derroteros y programas de postgrado en gestión, en los que no figuran los temas relacionados con la gestión de redes de valor, operaciones diferenciadoras, personalización masiva y logística geoestratégica, por ejemplo, es decir, la gestión de la logística y operaciones para generar riqueza, no para ahorrar centavos.
Pero como no debemos reincidir solo en el diagnóstico, es preciso proponer la puesta en marcha de un esfuerzo conjunto entre los entes gubernamentales, el sector empresarial y la academia en torno a los factores competitivos tratados.
Y como lo que nos compete desde este artículo es la participación propositiva de la academia, resulta prioritario:
1. Involucrar los temas de la Logística Integral competitiva, en los diferentes programas de gestión en educación formal y de formación ejecutiva.
2. Formular y ofertar programas de formación y actualización en gestión Logística y operaciones de cadenas de valor.
3. Impulsar y fomentar los diferentes procesos de transferencia de conocimiento, representados en investigaciones y publicaciones en logística.
4. Promoción y apoyo de iniciativas publico-privadas y encuentros tripartitos: Gobierno, Gremios, Empresarias y académicos sobre los puntos mencionados.
5. Facilitar y promover la realización de prácticas profesionales optativas para el grado, en empresas del sector real sobre los temas descritos. (¡Basta de tanta “tesis” y proyecto de grado inútil, para archivar!)
Todo esto tendrá sentido en la medida que también se desarrollen iniciativas empresariales en torno a vínculos colaborativos y competitivos en el ámbito logístico, y desde luego que estén alineadas con las políticas y los gobiernos local, regional y nacional.
¡La logística es fundamental para la competitividad en la internacionalización!
Tomado textualmente de: http://www.cesa.edu.co/El-Cesa/lateral/NewsN/2013/Febrero/Logistica-para-la-competitividad-industrial.aspx
6 de agosto de 2012
Alternativas de transporte de carga para la competitividad del país.
Cuando se habla de competitividad
de la industria colombiana en el exterior, especialmente con países más
desarrollados que Colombia, y con fronteras cada vez más abiertas al comercio a
través de la firma de diferentes TLC´s, las miradas se dirigen directamente a
las cifras de transporte y la
infraestructura donde claramente el país está en desventaja con relación a sus
nuevos socios comerciales. Muestra de
esto es la posición ocupada en el LPI (Logistics Perfomance Index) publicado en
el 2012 por el Banco Mundial donde se muestra a Colombia en la posición 64
entre 155 países.
5 de julio de 2012
Deslocalización Industrial de Antioquia
La Deslocalización Industrial
Atrás está quedando el enfoque de
las empresas de atender únicamente los mercados
internos, casi todas las compañías están mirando cómo expandir sus
mercados hacia el exterior teniendo como marco los Tratados de Libre Comercio
actuales y los que están en etapa de negociación.
Esa definición de ser locales - tal
vez sin tener adecuados horizontes de planeación de largo plazo - las llevó a
ubicarse en los lugares donde tenía lugar el consumo, lo cual era válido en el
pasado pero ahora no. Tradicionalmente Bogotá (con el 45% del consumo), Medellín
(con el 23%), Cali (con el 18%) y Barranquilla (con el 10%) reforzaban la
decisión de localizarse cerca de esos consumos.
Pero la realidad ha cambiado y
seguirá haciéndolo con toda seguridad; ahora Barraquilla crece a tasas inesperadas,
su desempleo es el más bajo de Colombia, cada día se abren empresas y los
aviones que parten desde las principales ciudades del país hacia la capital
atlanticense se mantienen atestados de ejecutivos que se dirigen a Barranquilla para visitar algún
terreno o evaluar un proyecto de una planta, entre otros motivos.
Estas circunstancias hacen que se
tengan estimaciones de que la población
de esta ciudad del Caribe colombiano se duplique en los próximos diez años.
Así como Barraquilla es un ejemplo
de industrialización, Antioquia y Cundinamarca muestran lo contrario y esto
trae enormes retos para esas localidades.
Lo primero que hay que señalar es
que es evidente que si se trata de atender mercados externos, la localización
ideal es estar en las costas. En este punto cabe mencionar que un contendor de
materia prima que se lleve desde un puerto a Bogotá vale 1.500 dólares (en
promedio); en caso de que llegue a las zonas industriales de Bogotá y se
convierta posteriormente en un producto terminado que luego deba exportarse,
significa que se debe pagar otro flete
igual a su retorno.
Es lógico entonces que
si esa fábrica estuviera en las costas se habría ahorrado los costosos fletes
terrestres en que incurre.
En un sondeo realizado sobre los
costos de la tierra en Barranquilla y sus zonas industriales definidas se
encontró que los precios oscilan entre 52.000 y 220.000 el metro cuadrado y
subirán dramáticamente en la media en que las empresa empiecen a cambiar decididamente
todos sus paradigmas.
Un dato valioso para quienes
piensen en “deslocalizarse”: hay un pensamiento erróneo de quienes planean las
ubicaciones desde el punto de vista logístico y es creer que la distancia es un
concepto que afecta fuertemente el costo final de un producto y entonces
quieren estar a un kilómetro del puerto
o del centro de la ciudad; en términos logísticos un radio de 35 kilómetros
demuestra que es indiferente la ubicación porque el menor precio de la tierra
traducido a un menor costo del almacenamiento compensaría los mayores rubros de
transportes que se pudieran tener.
La situación de Cundinamarca es complicada
porque no tiene costas y es muy probable que sufra mucho en relación con el empleo
por la deslocalización.
Caso contrario sucede en Antioquia donde
sí existe costa (Urabá está en mejor posición geográfica que cualquier puerto
del norte) pero la dirigencia del departamento se está dejando tomar ventaja de
los mandatarios costeños.
La competitividad de Colombia debe pasar Antioquia, así lo
muestran las cifras de comercio exterior del año 2011. Las ventas externas
F.O.B. en 2011 sumaron 56.954 millones de dólares, de las cuales las
exportaciones no tradicionales alcanzaron 17.168 millones, lo que representa el 30.1% del total de las ventas internacionales. Con
relación a las exportaciones no tradicionales por departamento de origen, las
cifras muestran las siguientes participaciones: Antioquia 33,3%, Bogotá 19,5%,
Valle del Cauca 13,4%, Cundinamarca 8,6%, Bolívar 8,6%, Atlántico 6,3% y los
demás departamentos representan 10,3% de las exportaciones no tradicionales; esto
significa que Antioquia exporta la tercera parte de lo que comercializa el país
a nivel mundial.
Del lado de las compras internacionales, en el año 2011 se importaron
CIF 54.675 millones de dólares, la distribución por departamento de destino es
la siguiente: Bogotá 25.166 millones de dólares (que representan un 46%),
Antioquia con 6.724 millones de dólares (equivalentes al 12,3%), Valle del
cauca con un 9,6%, Cundinamarca con un 9,4%, Bolívar con un 5,7%, Atlántico con
un 4,9% y los demás departamentos con un 12%.
La competitividad del transporte en Colombia deja mucho que
desear; los costos de movilizar una tonelada de carga un kilómetro en el territorio nacional ascienden a 0,09
dólares - mientras que en el mundo esta
cifra es de 0,01 dólares y en Estados Unidos es de 0,006 dólares -. Acortar
esas brechas pasa por tener opciones de sacar las cargas por puertos más
cercanos y contar con carreteras con pendientes máximas del 6% y de doble
carril.
Urabá es una Opción
para la Competitividad
Urabá tiene una posición que favorece justamente el costo del
transporte y los menores tiempos para atender los mercados externos, esto
significa que nuestras ventas externas
pudieran ser más competitivas si
pudieran salir por Urabá. Una exportación de Antioquia que sale por la zona en
mención recorrería un 54,9% menos de
distancia que si saliera por Barranquilla o un 46,5% menos si lo hiciera
por Cartagena. Si esta misma exportación se originara en Bogotá y saliera por
Urabá su recorrido disminuiría un 26,9% (para ser exactos 272 kilómetros menos)
que si saliera por Barranquilla y un 34,6% menos que si lo hiciera por
Cartagena (389 kilómetros menos).
Por el lado de la salida por el Pacífico, una exportación de
Medellín que sale por Urabá recorrería un 32,1% menos de distancia que si
saliera por Buenaventura.
Cabe decir que actualmente Urabá cuenta con un sistema de
operación de fondeo de barcos con grúas en Bahía Colombia y con la capacidad instalada para la
exportación de fruta (especialmente
banano y plátano) y ofrece una capacidad anual de operación trabajando 24/7 y
haciendo adecuaciones en el almacenamiento de contendores de cinco millones y medio de toneladas y 550 Mil
TEUS, de las cuales el año 2011 usó 1.800.000 toneladas que representan una
capacidad de 3.700.000 toneladas que la industria colombiana puede usar.
Además
esta región no presenta las condiciones de congestión que se observan en los
demás puertos marítimos en algunas épocas del año.
¿Por qué entonces la industria y el comercio se están privando del privilegio de ahorrar costos y tiempo haciendo operaciones
por Urabá?, ¿Por qué los directivos de logística y comerciales de estas mismas
empresas no levantan la vista y miran la llamada “mejor esquina de América”? y
¿Por qué las autoridades locales y la empresa privada de Urabá no promocionan -
de una manera decidida, permanente y a
futuro - esa condición privilegiada que tienen?
En la torta por la deslocalización
en búsqueda de competitividad, Antioquia está ausente.
Autor:
Diego Luis Saldarriaga Restrepo
Gerente de Operaciones Familia Sancela
Logística = movimientos?... pero de una manera eficiente y sostenible
Uno de las actividades principales
de la logística es la planeación y el movimiento de los materiales y los
productos a lo largo de la cadena de suministro, en otras palabras, por
definición la logística es sinónimo de movimientos en la red de suministro,
para llegar de una manera eficiente y sostenible a los clientes y consumidores.
A partir de esto pueden surgir varias preguntas alrededor de este tema y
algunas podrían ser; todos los movimientos son necesarios?, Cual es el impacto
de estos movimientos en la vida cotidiana y en la sostenibilidad de las
empresas y del planeta?
El estudio de los movimientos ha
sido tema de estudio desde diferentes ámbitos de la industria, por ejemplo la
ingeniería industrial ha profundizado en estos conceptos desde el estudio de
los métodos de trabajo y las herramientas de simulación de sistemas. También los sistemas de mejora continua
orientales (Kaizen) consideran el exceso de movimientos y de transporte como
uno de los desperdicios de los procesos y de destrucción de valor, entonces
alrededor de estos conceptos han diseñado diferentes técnicas para eliminarlos
o reducirlos, como lo son los TPM, 5’s, SMED.
El Grupo Estrategia y Logística
para el desarrollo Sostenible (LEDS) de la Universidad de Antioquia ha querido en esta ocasión retomar el análisis
de los movimientos en la cadena de valor, e incorporar dichos conceptos a diferentes
actividades logísticas, que ayudan a mejorar la productividad de las empresas, impacta
a la sociedad y la sostenibilidad del ambiente.
Para abordar este tema vamos a
plantear dos enfoques relacionados con la logística:
Logística interna: El
exceso de movimientos en los centros de distribución genera costos innecesarios
debido a un mayor consumo de energía,
reducción de la vida útil de los equipos de manejo de materiales (se
estima que cerca del 40% del tiempo de utilización de los equipos se utiliza en
movimientos que podrían ser minimizados o eliminados), el exceso de movimientos
también genera una necesidad mayor de personal para suplir estos recorridos,
que no generan valor agregado y aumentan
el nivel de fatiga del personal. Es
evidente que es necesario tener movimientos en los centros de distribución en
las operaciones de recibo, almacenamiento y de despacho, pero esto no quiere
decir que todos sean necesarios y que no existan oportunidades para
minimizarlos o eliminarlos
La primera alternativa para
minimizar los movimientos en los centros de distribución estaría enfocada en no
mover productos o procurar que estos movimientos sean mínimos, en este sentido existen
conceptos como los despachos directos
desde las plantas de producción a los clientes, operaciones de Crossdcking que minimizan las
operaciones de almacenamiento, el diseño de los centros de distribución para
obtener una distribución eficiente y un diseño ordenado del flujo de
materiales, acompañado de la
incorporación de tecnología a los
procesos, especialmente, cuando no se pueden eliminar los movimientos y éstos
son repetitivos, y finalmente, se debería
trabajar en los perfiles de los pedidos para tener una distribución de los
productos al interior del centro de distribución de tal forma que los
movimientos totales sean minimizados (se pueden utilizar criterios de
popularidad, por mezcla de categorías, por unidad de manejo, etc.).
En resumen, se pueden encontrar
diferentes alternativas que ayudan a reducir o eliminar los movimientos
internos de los centros de distribución, los cuales tienen a su vez un impacto positivo en los niveles de servicio
a los clientes y en los costos de las operaciones logísticas. Estas iniciativas
ayudan a la sostenibilidad del entorno, por la reducción de consumo de energía,
y a la calidad de vida de los empleados por mejorar sus condiciones de trabajo.
Logística de distribución
(externa): Las operaciones de
distribución son quizá uno de los elementos más complejos de la logística, ya
que no sólo considera variables internas de operación tales como la
localización de las plantas de producción y/o centros de distribución, el tipo
de producto a transportar, las características de los equipos y sus
capacidades, sino que también debe considerar variables externas como la
infraestructura vial, las instalaciones y organización logística de los
clientes, problemas de orden público, desbalance entre oferta y demanda entre
la carga y los vehículos, etc.
Todos estos elementos son
importantes y deben ser considerados al momento de diseñar la red de
distribución, pero es importante darle
una mirada a todos los movimientos y la dinámica de esta red. Seguramente se podrá encontrar que hay formas
de eliminar o reducir la cantidad transportes para llevar los productos a los clientes y
consumidores. Incluso si no se encuentra
la manera de eliminar estos movimientos es posible encontrar maneras para que
éstos se hagan de una manera más eficiente.
Por ejemplo, la posibilidad de
tener vehículos híbridos haría la operación mas eficiente en cuanto al consumo
de combustible y, por consiguiente, reduce
las emisiones de CO2 (Para el año 2012 se espera una introducción
masiva de este tipo de vehículos en Colombia).
La posibilidad de reducir o
eliminar los transportes innecesarios no sólo representa ahorros importantes
para las compañías (se estima que los costos de transporte pueden representar mas
del 50% de los costos logísticos en empresas de distribución primaria y más del 75% en empresas que tienen
distribución secundaria o de última milla), sino que tiene un impacto en la
sociedad por menores niveles de contaminación por CO2 , mejora la movilidad
en las ciudades y, por consiguiente, mejora las condiciones de vida y aporta a
la sostenibilidad del planeta.
Un ejemplo de este concepto se da
en el proceso a abastecimiento de los supermercados, minimercados y grandes
superficies. Un supermercado típico de 1.000 metros cuadrados que expende
todas las categorías que componen la canasta familiar, si recibe a todos
sus proveedores directamente en sus puntos de venta, puede estar
recibiendo diariamente 30 proveedores, o sea, 30 carros distribuidores.
Si esa cadena de supermercados tiene 10 puntos de venta en el Valle de Aburrá,
cada carro escasamente logrará entregar en los 10 almacenes en un día. Son
entonces 30 carros recorriendo todo el día la ciudad, solamente para
atender ese supermercado.
Si ese supermercado opta por
crear una plataforma de consolidación en un punto equidistante de sus 10 puntos
de venta, para que allí sea el único sitio donde le entreguen sus proveedores,
luego de que todos los proveedores le entreguen podrá consolidar la carga en no
más del 10% del número de carros, o sea tres carros, para llevar los productos
a cada una de sus 10 tiendas. Para este solo supermercado dejarían de circular
cada día 7 carros por el Valle de Aburrá, con todos los beneficios implícitos,
tanto de economía para todos los actores de esa cadena de abastecimiento,
como para la sostenibilidad por menos CO2 y gasto de combustibles.
Otro ejemplo de este concepto se
encuentra en el Área Metropolitana del
valle de Aburrá, donde los patios de contenedores se encuentran en el sur de
ésta. Supongamos que un vehículo se
encuentra en el centro de la ciudad y deberá cargar una exportación en un
centro de distribución que se encuentra en el norte del Área Metropolitana (por
ejemplo en Copacabana), y luego esta carga deberá ser llevada al puerto de Buenaventura,
en el Valle del Cauca (la salida es por
el sur del Área Metropolitana). El
siguiente gráfico resume los movimientos que debe hacer un vehículo al interior
de la ciudad para llevar una carga al puerto de buenaventura desde el centro
del área metropolitana.
En resumen, este vehículo recorre
más de 125 km para salir del Área Metropolitana con la carga y pasa al menos 3 veces por el centro de la
ciudad. Una propuesta conveniente sería
que el Departamento, la administración del Área Metropolitana e inversionistas privados
promovieran y consolidaran un patio de contenedores en el norte, conservando el
patio de contenedores en el sur. Esta
propuesta reduciría los kilómetros en más de 52km por cada contenedor en el
interior de la ciudad (cerca del 47%
menos de recorrido), mejoraría la movilidad en la ciudad por la reducción de
una tercera parte de los tránsitos de carga y representaría una reducción en
emisiones de CO2 equivalente a tener cerca de 7,200 árboles.
La siguiente sería la
proyección a cinco años de esta propuesta:
El análisis anterior se hizo con
base en los movimientos actuales y las proyecciones de corto plazo de las
principales empresas del norte del Área Metropolitana, pero sería muy valioso
hacer este análisis con base en las
proyecciones de crecimiento de los siguientes 20 años, ya que se están
gestionando en Colombia tratados de libre comercio con Estados Unidos, Corea y Canadá con crecimiento interno
de la economía cercano al 6 % anual, que aumentarán la necesidad de soluciones
integrales a los problemas de competitividad en el transporte, la movilidad de
la ciudades, reducción de emisiones de CO2, y la calidad de la vida
de la población. A continuación se
presenta un escenario de crecimiento de la economía optimista hecho por
Colfecar en el 2008.
Para resumir el concepto, el
siguiente Check list puede ayudar a analizar los movimientos en la red de
distribución y en al interior de los CEDIS :
- Revisar el porcentaje de despachos directos a clientes desde la plantas de producción.
- Revisar el porcentaje de entregas centralizadas en plataformas de consolidación de carga con destino a supermercados, minimercados y grandes superficies.
- Evaluar alternativas para centralizar el inventario, aumentando despachos a clientes desde centros nacionales y no desde centros regionales.
- Aumentar las operaciones de Cross docking entre centros de distribución y/o plantas de producción.
- Diseñar los centros de distribución de acuerdo al flujo natural de los productos.
- Incorporar tecnología y equipos automáticos para operaciones rutinarias y necesarias.
- Utilizar perfiles de pedidos para minimizar recorridos al interior de los centros de distribución.
- Sustituir equipos que usan combustibles fósiles por equipos que utilizan energía renovable.
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